Paz y Bien.
Se hace la entrega de la Reliquia de la Gruta de la Anunciación de Nazareth a la Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad Servita y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de la Soledad Coronada, Patrona Canónica apud Deum y Alcaldesa Mayor Perpetua de la Villa de Cantillana.
Un trozo de piedra, de aquella Casa-Gruta, a modo de Reliquia tras ser solicitada su petición a la Custodia Franciscana de Tierra Santa el pasado 7 de febrero del Año del Señor de 2024.
El 22 de febrero se les comunica desde la Secretaría de la Custodia Franciscana de Tierra Santa la Concesión de la Reliquia, tras la entrega por parte de la Hermandad de una carta y documentos oficiales requeridos para su concesión.
Y el lunes 13 de mayo en viaje de ida/vuelta Sevilla-Madrid-Sevilla, se desplaza Fray José Antonio Naranjo Oliva para recibir de manos de Fray Luis Quintana Giménez, Vice-Comisario de Tierra Santa de la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción de España, la citada Reliquia y el documento de autenticidad en la Comisaría de Tierra Santa, en presencia también de Doña Ester, secretaria de la Comisaría.
Fray José Antonio Naranjo Oliva: "Este fecundo e histórico mes de Mayo cantillanero nos sigue invitando a reunirnos cerca, en torno, a la Santísima Virgen María. Hay muchas maneras de hacerlo, y una de ella, es acercarse al lugar donde María vivió su vida cotidiana, su pueblo, Nazareth, la ciudad de Nazareth. Un pueblo de Galilea, como 120 km al norte de Jerusalén; fue el lugar donde vivieron José y María y por casi treinta años fue el escenario de la vida de Jesús. Por esta razón Jesús fue llamado Jesús de Nazareth, aunque nació, como sabemos, en la ciudad de Betlehem. Sus discípulos fueron conocidos como 'nazarenos'.
En Nazareth la Santísima Virgen concibió a Jesús, iniciando la historia de la Redención, en Nazareth la Sagrada Familia vivió junta durante treinta años, según la narración evangélica. ¡Cuánto sabe Nazareth de este Misterio de la Encarnación!.
Dios elige a quien quiere y el lugar que quiere. Nadie había hablado nunca de este pueblo, además decían que nada bueno podía salir de el. Y mira por donde Dios fijó su mirada en una joven llamada María, para que fuese la Madre del Verbo Encarnado, a una Virgen desposada con José, de la casa de David, y le saluda: "Alégrate llena de Gracia. El Señor está contigo".
Ella es la elegida, pero debe responder a Dios.
San Bernardo dice que el cielo se paró por unos instantes, Dios espera con ansia la respuesta de la joven María. Y Ella responde con plena libertad. "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra". Se armó la fiesta en el cielo. Y en aquel momento "el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros".
En la ciudad de Nazareth comienza todo.
Desde aquel momento veneramos el lugar de la Anunciación. Allí veneramos lo que queda de la Casa de la Virgen. La Gruta Sagrada invita a la Oración, al Silencio, a la Acción de Gracias. Con esta actitud cuando se peregrina a Tierra Santa, a la Ciudad de Nazareth y en ella nos acercamos a la Gran Basílica de la Anunciación que en su interior guarda la Casa de María, ante ella, ante aquellas piedras vivas, que fueron testigos de tan gran acontecimiento y que siguen hablando a los Peregrinos, rezamos el Ángelus y bendecimos a la Virgen Santísima que aceptó el mensaje del Ángel, la misión que el Padre le encomienda. Este lugar nos habla de María".
Y, en el marco del Tercer día del Triduo Preparatorio a la Coronación Canónica, y desplazándose desde el Convento Franciscano de Santa María de la Rábida de Palos de la Frontera (Huelva) Fray Teodoro López Díez, Religioso franciscano. Nacido en Anguix, pueblo de La Ribera del Duero en Burgos. Formado en Andalucía: Martos, Lebrija y Chipiona han sido los lugares de su formación. Tras estudiar Teología y Periodismo fue a Jerusalén (1976) de donde le enviaron en 1980 a Madrid para crear y dirigir el Centro Tierra Santa, para promover las Peregrinaciones y la información sobre la causa de Tierra Santa.
Aquí están, para entregar a la citada Hermandad de la Soledad, LA RELIQUIA DE LA GRUTA DE LA ANUNCIACIÓN. Algo que nos acerca a la tierra de María, la Madre de Jesús, a quien hoy -y siempre- acogemos como Madre y coronamos como REINA DE CANTILLANA Y DE TODOS SUS HIJOS.
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