Paz y Bien.
Durante estos días de Navidad hemos alcanzado ya más de 300.000 visitas en nuestro blog. ¡Muchas gracias por vuestra fidelidad y el interés que mostráis por todo lo referido a Tierra Santa!
A unas horas de finalizar este año 2021, queremos haceros llegar nuestros mejores deseos para el Año Nuevo, confiados en que muy pronto se restablezca la normalidad sanitaria mundial y nos permita volver a peregrinar a la Tierra de Jesús y María.
Compartimos con vosotros el mensaje de Navidad del Custodio de Tierra Santa, FR. Francesco Patton, que este año nos ha dirigido desde la Gruta de la Leche, en Belén.
“Por segundo año consecutivo, aquí en Belén, las familias están sufriendo las graves consecuencias económicas de la pandemia. Son familias en las que, justamente como san José y María su esposa, tratan de hacer lo posible para atender a sus hijos en un momento de grave dificultad.
Para el mensaje de Navidad de este año he querido traeros en el Santuario de la Gruta de la Leche, que está a un centenar de metros de la Gruta de la Natividad. Es un santuario muy bonito y muy significativo, que nos recuerda que la Navidad no es solo poesía, sino que es también drama. En el momento decisivo de la historia, en el que el Hijo de Dios se ha hecho hombre para compartir nuestra vida y salvarnos, ha encontrado la hostilidad y el rechazo de un Rey infanticida como Herodes, sediento de poder y temeroso de perderlo.
Ya en Belén, recién nacido, Jesús ha encontrado la hostilidad y aquel rechazo que, en Jerusalén, treinta años después, lo llevarán a la condena a muerte.
La Gruta de la Leche nos recuerda que José en el corazón de la noche fue obligado a levantarse, y tomar al niño y a su madre para huir a Egipto. La Gruta de la Leche nos recuerda también el gesto tierno y maternal con el que María, en una breve pausa, amamanta al niño Jesús. El gesto tierno de María nos recuerda lo concreto de la encarnación. El Hijo de Dios, en su hacerse carne, quiso compartir en todo, nuestra naturaleza humana.
La ternura de María que tiene entre los brazos al niño y lo amamanta es la misma ternura con la cual muchos años después, tomará nuevamente entre los brazos aquel hijo torturado y asesinado y bajado de la cruz. En este lugar la Navidad nos permite intuir la Pascua.
Aquí nos resulta espontáneo pensar en la multitud de familias que hoy día atraviesan dificultades en diferentes países del mundo; en las muchas familias obligadas a escapar de la propia casa, de la propia ciudad y de la propia patria porque son perseguidas por regímenes políticos que reencarnan la mentalidad de Herodes o a causa de desastres económicos y ambientales siempre más frecuentes que las obligan a dejar todo y huir.
En este lugar encomendamos todas estas familias a la Sagrada Familia de Jesús, José y María, y también pedimos que las otras familias, que están bien, aquellas que no tienen que huir, que tengan el corazón abierto.
¡Feliz Navidad desde Belén!
¡Feliz Navidad desde el Santuario de la Gruta de la Leche!
¡Feliz Navidad desde el lugar en el cual María y José nos enseñan a custodiar al Hijo de Dios y a protegerlo, desde donde nos enseñan a custodiar y cuidar a un niño, a todos los niños y a todas las personas pequeñas y frágiles!
¡Feliz Navidad!” Fr. Francesco Patton, OFM. Custodio de Tierra Santa.
Igualmente, nos hacemos eco del encuentro del presidente de Israel, Isaac Herzog, con los líderes de las iglesias cristianas en Tierra Santa en su habitual saludo de Año Nuevo, en el que ha señalado que “esperan que pronto los peregrinos cristianos puedan volver a Jerusalén”.
Con esperanza y confiando a María todos nuestros anhelos, os deseamos de corazón, un
¡FELIZ AÑO NUEVO!