Paz y Bien.
La Iglesia maronita de Damasco ha comunicado en la Navidad de 2022, a través de su patriarca, el cardenal Beshara Raï, que el Papa Francisco aprobó el decreto que proclama "mártires de la fe" a los tres hermanos Francis, Abdel Mohti y Raphaël Massabki . Martirizados en la masacre de 1860 en Damasco y serán incorporados a la asamblea de los santos de la Iglesia universal, independientemente del reconocimiento de un milagro que se habría producido por su intercesión.
"Este es nuestro regalo de Navidad", dijo el cardenal de la Iglesia maronita. La fecha de la ceremonia de canonización, que normalmente se celebra en Roma, todavía no se ha fijado oficialmente.
Los hermanos Massabki encontraron la muerte en Damasco, en las masacres cuyas causas históricas se remontan a ciertas rivalidades en el Monte Líbano entre drusos y maronitas fomentadas por la injerencia extranjera, y en las que el gobernador otomano Ahmed Pasha fue uno de los principales protagonistas. Los tres hombres fueron asesinados el 10 de julio de 1860 dentro del convento franciscano, tras negarse a renegar de su fe cristiana. Esto ocurrió en el marco de una revuelta popular que duró entre el 9 y el 18 de julio -que sólo en Damasco se cobró entre 4.000 y 6.000 víctimas cristianas-. y posiblemente unos 20.000 en la región. Además de destrucción de iglesias, conventos, vivendas y comercios de cristianos.
Los tres hermanos Massabki fueron declarados beatos por el Papa Pío XI el 7 de octubre de 1926. Desde entonces la Iglesia maronita celebra cada año a los beatos hermanos Massabki el domingo siguiente al 12 Julio.
El problema de fondo era que el Imperio Otomano (Turquía) tenía a su suerte y como súbditos a los cristianos de la zona, y la cuestión religiosa fue originando tensiones entre la población turca y cristiana.
En 1860 el barrio cristiano de Damasco contaba con 30.000 cristianos y 140.000 musulmanes. Escribe el padre Ruiz el 2 de marzo al custodio de Tierra Santa, comunicándole los previsibles síntomas del inminente desastre: "Ante todo, cúmplase la voluntad de Dios".
La situación en Damasco se hace por momentos insostenible, y en una nueva carta del 2 de julio, el padre Ruiz comunicaba al procurador de Tierra Santa que "nos hallamos en gran conflicto al presente, amenazados por los drusos y el bajá de Damasco, que les da los medios para quitar la vida a todos los cristianos, sin distinción de personas y ya sean europeos o árabes".
Al día siguiente comenzó el populacho a provocar audazmente a "los perros cristianos" (así llamados por los drusos), lanzando en el barrio cristiano de Damasco "perros pintados con los colores de algunas banderas europeas y con cruces de madera colgadas del cuello de dichos animales".
Los soldados del emir Abd el Kader, que patrullaban por las calles para poner a salvo a los cristianos, se ofrecieron a la comunidad franciscana para retirarlos del peligro. Pero éstos rehusaron el ofrecimiento, prefiriendo permanecer en el convento a fin de acoger a los cristianos europeos y maronitas que buscaran refugio, confiando en la robustez del edificio conventual, capaz de resistir las embestidas turcas.
La turba drusa invade frenética el barrio cristiano (que contaba con 3.800 casas), cerrando todas las salidas y dando inicio a incendios y saqueos. Conforme se expandía la revolución, y previendo el emir Abd el Kader que los asesinatos afectasen a los religiosos, acude con sus patrullas y logra poner a salvo a los jesuitas, paúles e Hijas de la caridad, y a la mayor parte de los cristianos, tanto católicos como maronitas. Pero los franciscanos, sin embargo, rehusaron abandonar a quienes tenían refugiados en su convento.
Entre los que corrieron a refugiarse al Convento de San Francisco, estaban los hermanos maronitas: Francisco Mooti y Rafael Massabeki, a los que siguieron los niños de la escuela parroquial y más de 100 cristianos maronitas. Mooti (el maestro parroquial) exhortó a sus alumnos a morir antes que apostatar, y a los más pequeños les pidió que fuesen a refugiarse al Palacio de Abd el Kader.
El 10 julio 1860 por la mañana, el guardián entró en la iglesia y consumió las especies sacramentales. Los cristianos maronitas fueron las primeras víctimas de las cimitarras turcas, seguidos por los religiosos y el resto de alumnos del colegio. .
Los cuerpos de todos los franciscanos fueron sepultados por los maronitas en el templo conventual del actual Convento San Francisco de Damasco, en el que actualmente se veneran.
El 10 octubre de 1926 Pío XI beatificó oficialmente a los mártires franciscanos de Damasco.
Altar de los mártires de Damasco en la iglesia conventual de Bab Tuma, Damasco.
La Orden Franciscana es depositaria en nombre de la Iglesia de los Santos Lugares desde hace siete siglos, esta ardua empresa de SERVIR Y DEFENDER el Sagrado Tesoro de la Cristiandad es su compromiso, como el de enviar misioneros a la Custodia de Tierra Santa.
* Tomado de ParroquiaSFA