miércoles, 4 de octubre de 2023

4 DE OCTUBRE: FIESTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

 


Paz y Bien.

El 4 de octubre se celebra la fiesta de San Francisco de Asís, quien acudió a Tierra Santa y Egipto “Como peregrino y testigo de la paz", permaneciendo aquí hasta 1220, hasta su regreso a Italia.

En el 2019 se conmemoró los 800 años de la peregrinación de la paz de San Francisco a Tierra Santa donde tuvo lugar el encuentro entre Francisco de Asís y el sultán de Egipto Malek al-Kamel, durante la quinta cruzada en junio de 1219. El fraile, después de algunos intentos infructuosos, subió con sus hermanos en una barca de soldados y mercaderes y llegó al puerto de Acre, en el norte de Palestina (la actual ciudad israelí de Acre) con la intención de encontrarse con el sultán de Egipto. El encuentro tuvo lugar probablemente en la tregua de armas entre agosto y septiembre, en el puerto de Damietta, en el delta del Nilo, a unos 200 km al norte de El Cairo, donde el sobrino del Saladino, en contra del parecer de sus dignatarios, recibió a los frailes con gran cortesía, ofreciéndoles también regalos que fueron rechazados en consideración al voto de pobreza.

El custodio recuerda que "Francisco de Asís cruzó las fronteras de la guerra y fue más allá de la lógica del conflicto de civilizaciones, siguiendo la inspiración divina que le llevó a creer en la posibilidad de un encuentro fraterno con toda criatura”. Un mensaje que sigue siendo válido hoy porque el diálogo, explica el franciscano, es salir al encuentro del otro sin prejuicios, con la paz del corazón, sabiendo que antes que nada nos encontramos con una persona, más allá de sus creencias. Fray Francesco Patton subrayó cómo "el soñador Francisco" mostró previsión y sentido práctico en el encuentro con el Sultán y el resultado es que ocho siglos más tarde, "nosotros, los franciscanos seguimos en Tierra Santa vivos y activos".

"Gracias a su encuentro con el sultán Malek el Kamel y a su prolongada estancia en Tierra Santa, más tarde podrá elaborar ese método de evangelización, basado en el testimonio de vida y el anuncio de la Palabra, que ha inspirado a lo largo de estos ocho siglos y todavía hoy guía nuestra presencia franciscana en Oriente Medio, a través de la Custodia de Tierra Santa».

Cuentan que Malek el Kamel quedó muy impresionado con la presencia de San Francisco, ya que no había conocido a un cristiano que fuese pacífico y devoto.


El sultán no olvidó la sonrisa de San Francisco, así como su fe sin límite y su dulzura: «Quizás este recuerdo fuera decisivo cuando decidió, diez años más tarde, cuando ninguna fuerza le obligaba, entregar Jerusalén a los cristianos».


* Tomado de Gaudium press y de Vatican News

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