PAZ DEL INTERIOR
Primeros pasos en Tierra Santa
El horizonte es un vergel
que rezuma en sus poros la acogida
mientras un puñal de sensaciones
se clava hendiéndome, Señor,
tu huella en lo más dentro.
Esta tierra se abre como flor del todo
hasta hacerme suyo
en los calmos aposentos del alma recogida
donde nace un cáliz con tu sombra.
Acabo de llegar y ya me sé
en el abrazo inseparable
de este hogar que me recibe.
Vengo cual peregrino hacia tu luz
con ansias de recobrarme en la existencia
hasta ser a tu lado otra vez en la armonía.
Tierra Santa me recibe
cual si me hubiese esperado
antes de nacer y desde siempre.
* Todos los beneficios que puedan derivarse del poemario, van a ir destinados para Tierra Santa.
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