El pasado día 2 celebrábamos la Conmemoración de los Fieles Difuntos. También en Jerusalén esta fecha se dedica a visitar a los difuntos y a la bendición de las tumbas en los cementerios situados en el Monte Sión. Es una tradición eclesial orar particularmente por todos aquellos que nos precedieron en el camino a la Casa del Padre durante este mes de noviembre.
Dentro de la familia franciscana tenemos algunas fechas dentro de este mes dedicadas especialmente a nuestros hermanos, como el día 14, en que conmemoramos a los Santos Nicolás Tavelic y Compañeros, presbíteros y mártires, de la Iª Orden en Tierra Santa, que allí entregaron su vida por la defensa de la fe cristiana en el año 1391.
Son ya más de 900 los que a lo largo de la historia han dado su vida por Cristo en su Tierra. El Martirologio de Tierra Santa recoge 909 santos o beatos ligados especialmente a la Iglesia madre de Jerusalén, unos "mártires de sangre" y otros "mártires de la caridad", pues de éstos últimos, muchos encontraron la muerte socorriendo a los enfermos de la peste y otras epidemias.
Damos gracias a Dios por el testimonio de su entrega hasta las últimas consecuencias y nos encomendamos a ellos para que intercedan por nosotros, de manera que seamos dignos sucesores suyos en el amor y cuidado de los Santos Lugares y sus Piedras Vivas.
Dales, Señor, el descanso eterno
y brille para ellos la luz perpetua.
Descansen en Paz, Amén.
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