Paz y Bien.
Nos siguen llegando testimonios tras vuestras peregrinaciones a Tierra Santa. Hoy compartimos tres de la que tuvo lugar del 4 al 11 de septiembre con el deseo de que sirvan para el mutuo enriquecimiento y gloria de Dios. Gracias por enviárnoslos.
- “YA NUNCA VOLVERÁ A SER LO MISMO”
“No se si este habrá sido el viaje de nuestras vidas, esperamos hacer muchos más, pero sí sabemos que esta Peregrinación por Tierra Santa ha transformado nuestra persona y manera de ver nuestra religión, de ser cristiana.
Poder vivir en primera persona donde nació Jesús, ese pesebre que cada año por Navidad montamos en nuestros hogares como si fuera Belén; donde recibió María el Anuncio del Arcángel San Gabriel que iba a ser la Madre de Nuestro Señor…“Alégrate, llena de Gracia, el Señor está contigo”; donde, con José, crearon una familia y el suelo por el que corría Jesús siendo niño en Nazaret.
El lugar entrañable del encuentro de María y su prima Santa Isabel en Ain Karim: “Bendita tú entre las mujeres, y Bendito el fruto de tu vientre” y origen del “MAGNIFICAT”; y el Lago de Galilea , desde donde el Señor llamó a sus apóstoles para que se hicieran “pescadores de hombres” … Cafarnaúm, Betania, testigo de la resurrección de Lázaro y otros milagros… y como no: JERUSALÉN. La oración desgarradora de Jesús en el Huerto de los Olivos, “la vía dolorosa” que siguió Jesús desde su enjuiciamiento por Poncio Pilato hasta el Calvarío donde fue crucificado, culminando con la visita al Santo Sepulcro, presencia viva de su MUERTE Y RESURRECCIÓN. REALMENTE EL SEÑOR ESTUVO ALLÍ.
En verdad también decíamos “¿No ardía nuestro corazón?"…, como los discípulos que no reconocieron en su caminar por Emaús a Jesús… con los vellos como escarpias y las lágrimas a flor de piel por tantas emociones vividas.
Un recorrido también, por revelaciones y la historia del Antiguo Testamento, por el desierto de Judá, el monte Sión, Jericó, el Rey David…
Y tantos otros lugares visitados que, si los describiésemos, no cabrían aquí.
En fin, que a partir de ahora, cada Eucaristía, cada oración, cada canción y palabras que salgan de nuestra boca, ya no serán algo rutinario… Tendrán presente la fuerza que nos ha transmitido el Espíritu Santo en esta Peregrinación.
Cómo, pese a la mezcla de culturas, judía, musulmana, cristiana, arameos, hebreos… y a la variedad de idiomas encontrados, todos rezamos a una el Padrenuestro, y cómo se respeta la persona de María.
Importantísimo tener en cuenta, el calor humano y variado del grupo que hemos formado, y de la sabiduría y serenidad transmitida por nuestro GUÍA, Fray Luis Quintana. Los 800 años de presencia franciscana en Tierra Santa han dejado huella. MIL GRACIAS.
Viaje recomendable y obligado para todo Cristiano. Ya nunca volverá a ser lo mismo.”
Piedad, Almudena y Vicenta.
- “INVITACIÓN”
“Yo estuve en Jerusalén, estoy en Jerusalén; estaré en Jerusalén: Pasado, presente, futuro.
Lo había deseado desde hacía años, pero me parecía imposible.
“Jerusalén, Jerusalén”; la “Tierra Santa” La tierra de Jesús”, el lugar en que los sueños se hacen realidad, en que las fotografías toman vida, y los recuerdos anidan en los espacios de los deseos;
… Jerusalén: ciudad para la mirada nostálgica, para ir y volver; para soñar, para llorar y prometer, para buscar y encontrar; lugar antiguo siempre nuevo.
…Jerusalén: cuestas, terraplenes, escaleras, empedrados, iglesias, barrancos, tiendas, plazas, muros,¡el muro de las lamentaciones!; nostalgia, conversión, silencio, gritos, llamada del almuédano; cánticos a media voz de los católicos, vendedores, peregrinos, guías; coches, bocinas…
Jerusalén: judíos, cristianos, árabes, coptos, armenios, sirios, melquitas…: todos oran y añoran la unidad, la fe, la esperanza; ¡cuántas promesas rotas!
Jerusalén: tan llena y tan sola: franciscanos, comisarios
(¡qué suerte!) clarisas, dominicos, benedictinas, carmelitas, jesuitas, pasionistas, legionarios, padres blancos; monjas, monjes, religiosos, curas… pobres y ricos; europeos, y asiáticos, beduinos…
Jerusalén: cansancio, milagros, paisajes…oraciones, vía crucis, compras, comidas, conversiones;
Belén: pastores, ovejas; Ain-Karem encuentro de madres; la casa de María; Caná de Galilea: el vino que sabe a amor; Betesda: el agua que cura; Tabor, un desliz de Dios, que se deja ver; el monte de los olivos: sobremesa de amigos y despedida; las puertas de Jerusalén, ¿siempre abiertas o siempre cerradas?; el cementerio: inmenso silencio de muertos: judíos, musulmanes, cristianos: la muerte nos iguala; Betania: amistad y descanso; el monte de las bienaventuranzas, el monte de las tentaciones: soledad, arena,,,: ¡qué diferentes!; el Jordán : regalo del Espíritu¸
El Cenáculo, aquí sucedió lo imposible: irse y quedarse;
¿Y el Calvario? Todo parece una negación; falta la cruz y sobran crucificados, ¡qué diferente es todo! No queda… ¡Nada de lo que fue!.
Se arrodilla mi pobre fe y vislumbro una oscuridad iluminadora.; ¿Y el SEPULCRO?, ¿venció la muerte a la vida? ¡¡¡RESUCITÓ!!! Lloro ¿por la muerte o por la vida? Lloro: ¿de alegría o de pena?
Y me pregunto: ¿dónde , dónde está El? El está ahí, en la calle, en el monte, en el desierto, en la casa de Lázaro, en la sinagoga; El esta ahí: en las iglesias y en las mezquitas y en las sinagogas; incluso en las “terrazas”, le echamos, pero vuelve a quedarse.
Se le siente, se le ve, se le oye, “casi se le puede tocar”; TODO lo inunda; Cristo estuvo aquí, Cristo está aquí y Cristo estará aquí…¿No lo sientes? ¿No lo palpas? … Si no crees, si no lo sientes, te aconsejo: vuelve otra vez a JERUSALÉN.”
J. Manuel Pindado, cp
- "¡YO ESTUVE AHÍ!... NUNCA VOLVERÁ A SER IGUAL”
"Nuestra peregrinación a Tierra Santa llegó casi sin buscarla... nuestro viaje inició en Medjugorje, una semana antes de Tierra Santa. La verdad es que en junio del 2016, fuimos con mi esposo a este Santuario Mariano sin saber mucho.....en realidad casi nada, y la experiencia que vivimos allá fue tan maravillosa que decidimos volver este año pero con mas peregrinos. (se sumó mi hermana y Pepa , mi tía).
Cuando ya teníamos listo nuestro peregrinaje a Medjugorje, una amiga nos habló de Tierra Santa y de la posibilidad de viajar en un tour, pero nuestro deseo era vivir una experiencia como peregrino, así que tomé contacto con el Padre Emérito (a quien no conozco, lo hice por mail) y él me puso en contacto con el grupo de españoles con el que finalmente nos unimos en Madrid.
Alguien me preguntó al regreso a mi país... ¿y que tal el peregrinaje a Tierra Santa? ¿imagino que estuviste Feliz? y ¿Qué fue lo que más te gusto?...
Pero es tanto lo que se trae en el corazón !! que faltan palabras para expresar todo… así que no pude responder en ese momento... porque era necesario ordenar mis afectos y pensamientos...
Cuando leí que decía " Tierra Santa el Viaje de tu Vida "... nunca imaginé que así sería… me siento muy regaloneada (mimada) por el Señor, mi vida de peregrina se inició años atrás en otras rutas... pero jamás imaginé que algún día llegaría a estar en Tierra de Jesús… sobre todo porque vivo muy lejos y llegar a esos lugares es un viaje largo y costoso desde Chile.
Hoy puedo responder que ha sido una experiencia profunda de amor, de encuentro con Dios mismo... una experiencia profundamente religiosa que también se unió a un gran aprendizaje histórico - cultural.
¿Como explicar lo que se tiene incrustado en el corazón?... no sé... es difícil en palabras.....me siento bendecida, regaloneada, acompañada, por un Padre bueno... cariñoso… delicado… que me ha tomado desde hace tiempo y casi sin darme cuenta y sin a veces sentirlo... me fue educando con delicadeza... tocando el corazón por medio de mi amada Madre Virgen María!!... me fue conduciendo por caminos lentos pero dulces… al ritmo de Él y de María… no a mis tiempos, que generalmente son impacientes… y agitados...
¿Que si fui feliz en Tierra Santa ?? feliz y mas !!… creo que la felicidad es la capacidad de amar y ser amada… de dar sin esperar nada a cambio, de tener paz en el corazón aún en medio de las dificultades, de sentirme "hija" de alguien que me "acontece" desde antes y para siempre... Tierra Santa fue un pedazo de cielo en la tierra... un volver al origen... de hacer carne lo que antes "sólo leía o rezaba"… estar y conocer los lugares de la infancia, vida pública, pasión, muerte y resurrección de Jesús… de la Sagrada Familia… es sin duda un antes y un después en mi vida.
Ya nada es igual... es que ahora puedo decir... " yo estuve ahí"!!... nunca volverá a ser igual una Navidad, un Belén, una Semana Santa, un Getsemaní, un “pescador de hombres” , una Marta y María, un Lázaro, Emaús, Jerusalén, Nazareth... porque es imposible que el corazón no se emocione y recuerde todo lo vivido… gustado y sentido.
¿Que fue lo que más me gusto? reconocer que Jesús está vivo en medio de tantos hombres y mujeres de todo el mundo de distintas razas y costumbres... que nos hacemos peregrinos… que caminamos a su encuentro.
Sólo puedo decir… Gracias Señor... Gracias Madre...
Cariños,”
Mónica Carrera Zlatar
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