Fr. Francesco Patton orando en la gruta de la Anunciación |
El pasado sábado 18 de junio se celebró el ingreso solemne del
padre custodio, fray Francesco Patton, en Nazaret.
Los "exploradores" reciben con sus marchas al Nuevo Custodio |
Poco antes de su llegada,
los exploradores, pequeños y grandes, estaban preparados. Esperándole había
muchos frailes, religiosos de distintas comunidades, parroquianos y fieles.
Tras la acogida por parte de fray Amyad Sabara ofm, párroco
de la parroquia latina, se sucedieron las felicitaciones de las distintas
Iglesias y mezquitas de Nazaret. La comitiva fue avanzando al ritmo de los
exploradores y de los cantos de la coral, llevando al custodio y a la asamblea
hasta la puerta santa de la basílica de la Anunciación, donde el padre custodio
ha sido recibido por el guardián del convento, fray Bruno Varriano.
Tras las palabras de bienvenida del guardián del convento,
el padre custodio agradeció a la asamblea su presencia.
En torno a la gruta de
la Anunciación, la asamblea era numerosa y muy atenta.
«Es una gran alegría estar con vosotros en el lugar en el
que la Virgen María fue llamada a convertirse en la Madre de Dios -empezó
diciendo el custodio-. Es aquí donde la Palabra eterna se hizo carne. Dios es
el primero en tomar la iniciativa [...], para Él no hay nada imposible. Él nos
ama en primer lugar».
«La Virgen María nos enseña el modo de responder a la
llamada de Dios de una forma profundamente humana -siguió diciendo- de manera
personal, libre y en la total confianza al mensaje del ángel Gabriel». Concluyó
diciendo: «María nos enseña que podemos responder a su llamada y servirlo solo
en una relación real de confianza en Dios».
Tras la bendición final, todos los presentes fueron
invitados a dirigirse a los salones de la Acción Católica, donde la asamblea pudo
saludar personalmente de nuevo al custodio y desearle 'Ahlan wasahalann', «¡Bienvenido!».
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