lunes, 12 de febrero de 2018

"DE BETFAGÉ A EMAÚS".

La Semana Santa, que dentro de cuarenta días celebraremos, nos invita a seguir a Jesús tras sus huellas, por los lugares santos. 
Santuario de Betfagé
En Betfagé iniciamos con Jesús la entrada triunfal a Jerusalén. Con los discípulos aclamamos "bendito el que viene en nombre del Señor, hosanna en el cielo". Siguiendo al Señor, montado en la borriquilla, bajamos el monte de los Olivos y entramos en la Ciudad Santa cantando himnos, pues "si nosotros callásemos, hasta las piedras gritarían"
Domingo de Ramos en Jerusalén

En el Cenáculo somos invitados a la Ultima Cena, nos dejamos lavar los pies por el Maestro, y recibimos el mandamiento de Amor fraterno. Jesús nos promete el Espíritu Santo y nos invita a permanecer unidos a él, como los sarmientos a la vid
Eucaristía con peregrinos en el Cenáculo
En Getsemaní oramos durante la noche previa a la Pasión... ¡cuánto dolor! ¡Cuánto amor! "Padre, aparta de mí este cáliz! Nosotros, ¿donde estamos? ¿dormidos como los apóstoles? ¿besándole para entregarlo, como Judas? ¿o junto a Jesús, en oración profunda?
Huerto de los Olivos
En la Vía Dolorosa, quizá corramos con nuestro lienzo para secar su sangre y lágrimas, como la Verónica, o quizá gritemos que Poncio Pilato lo crucifique, porque preferimos a Barrabás. Nos gustaría vernos en el Cireneo, ayudando a Jesús a llevar la cruz, pero es posible que nos hayamos ido a esconder, como la mayoría de los discípulos. Le pediremos a Dios la audacia y valentía del Discípulo Amado para estar al pie de la cruz, aunque quizá nos encuentre al borde del camino llorando como las mujeres que se lamentaban sin hacer nada.
Viacrucis en la Vía Dolorosa
Y en el Santo Sepulcro recibiremos el cuerpo muerto de Jesús, el Viernes Santo por la tarde. Allí lo llevó José de Arimatea y Nicodemo, después de bajarlo de la cruz en lo alto del Calvario, y allí lo depositaron al caer la tarde. Con María y otras mujeres iremos corriendo la mañana del domingo, pues sabemos que el mal no tiene la última palabra, y que aún faltaba una gran promesa por cumplir: que Jesús iba a resucitar al tercer día. Allí nos encontraremos con Jesús resucitado, y nos querremos abrazar a sus pies, aunque quizá lo confundamos con el hortelano.
Santo Sepulcro
Pero esa misma tarde, saldrá a nuestro encuentro, atravesando paredes y puertas cerradas, o en el camino a una aldea cercana. Y al caer la tarde, cuando ya la esperanza comenzaba a flaquear, le reconoceremos al partir el pan. ¡Quédate con nosotros, Señor! 
Santuario de Emaús
¡Volvamos corriendo a Jerusalén, a contar lo que nos ha sucedido! Tierra Santa te espera esta Semana Santa. ¿Te vienes?

Pregunta por fechas, precios, y demás información, llamando al 635 26 43 31 o escribiendo un email a: comisariots@ofminmaculada.org

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