domingo, 23 de febrero de 2020

Entrevista a Fr. Luis Quintana en la revista "Catalunya Cristiana"

Paz y Bien.

Transcribimos a continuación el texto de la entrevista que le fue realizada hace unos días a Fr. Luis Quintana en la revista de la Iglesia que peregrina en Cataluña "Catalunya Cristiana" por IGNASI MIRANDA. (Para quienes lo deseen, adjuntamos el PDF con el texto en  catalán):


"La presencia en el mundo de los lugares que pisó Jesús, la conservación de sus monumentos, la localización de los puntos y el diálogo con el entorno de la región son algunos de los aspectos que gestiona la Custodia de Tierra Santa a través de los franciscanos, organizados en comisarías.

El fraile Luis Quintana, vicecomisario en la provincia de la Inmaculada (que incluye Cataluña), comparte algunas de sus impresiones, coincidiendo con una reciente peregrinación a Israel, Palestina y Jordania, de la mano de Halcón Peregrinaciones y la propia Comisaría de Tierra Santa. Entre los 65 peregrinos, también estuvo quien escribe estas líneas. 

¿Cómo definiría una peregrinación a Tierra Santa? 

Es el camino que hace el cristiano tras los pasos de Jesús por los mismos lugares por donde él pasó, vivió, mu- rió y resucitó. El peregrino, tanto si es creyente como si busca, se descubre a sí mismo, porque todos tenemos en nuestra vida rincones oscuros y claros que no conocemos si no nos paramos en nuestra vida. Y encuentra a Dios porque Tierra Santa, en cualquier rincón, te habla de Dios: de su nacimiento, su muerte, su resurrección, sus parábolas, sus milagros y otros hechos. 

En la peregrinación del 7 al 14 de enero, se siguió un itinerario por Jerusalén, Belén, Petra (en Jordania) y Galilea. ¿Cualquier orden es bueno? 

Sí. Normalmente empezamos por Galilea y finalizamos en Jerusalén, con la culminación en el Santo Sepulcro o en el Cenáculo con la Eucaristía. Pero el itinerario que hemos hecho este mes de enero, empezando por los grandes acontecimientos de Jesús en Jerusalén, también tiene mucho sentido. Los apóstoles vivieron la alegría de la resurrección y las apariciones en Jerusalén y, desde allí, el Señor les dijo que fueran a Galilea, donde lo verían. En otras palabras, empezamos por la gran noticia de la resurrección y concluimos en Galilea, donde el Señor nos envía, se nos aparece y nos confía el Primado de San Pedro.

La Custodia de Tierra Santa, dirigida por los franciscanos, se encarga desde hace siglos de los Santos Lugares. ¿Cuál es el origen y la evolución de este trabajo? 

En 1217, unos pocos frailes se establecieron en San Juan de Acre, en el norte de Israel. Era una presencia franciscana pequeña para atender especialmente a los presos cristianos de las cárceles musulmanas, de Chipre y de otros lugares. En 1219, Francisco de Asís pasó por allí y, al recibir a uno de los hermanos, se fue a Damieta, donde pudo entrevistarse con el sultán, quien le concedió, a raíz de ese encuentro, un salvoconducto para que él y sus her- manos pudieran vivir en Tierra Santa sin que les molestasen. Y 120 años después, al Santo Padre, le pareció bien otorgar a los franciscanos la custodia de los Santos Lugares. 

¿Cuáles son los sitios más indiscutibles sobre la presencia de Jesús y los que no tienen tanta precisión histórica? 

Algunos son más bien de ubicación devocional para el peregrino, en unos casos porque no existieron, como la posada del buen samaritano entre Jerusalén y Jericó, y en otros porque su ubicación viene de la época bizantina, cuando la peregrina Egeria hablaba de ellos. En otros lugares sí podemos remontarnos hasta la época de Jesús, por huellas cristianas de los primeros siglos, incluso de épocas de persecuciones, o por profanaciones del emperador Adriano. Aquí podemos incluir el Santo Sepulcro, el Calvario, la Gruta del Nacimiento del Señor, la Casa de María y la de José, entre otros.

¿Aumentan las rutas, con nuevos perfiles de peregrinos?

En nuestra Comisaría de Tierra Santa, que incluye las 10 diócesis con sede en Cataluña y otras 39 de España, he visto un aumento espectacular. Cuando empecé con este servicio en 2015, realizábamos 47 peregrinaciones al año. Al año siguiente, fueron casi 100. Después subimos a 150 y 200, y el año pasado llegamos a 240. Para es-te 2020, ya tenemos 210 organizadas 240 y fácilmente alcanzaremos las 300. El perfil es el de una persona entre 50 y 70 años de edad. Pero crecen los chicos y chicas de 20 y 30, hasta el punto de que ya tenemos entre 8 y 10 peregrinaciones anuales exclusivamente para jóvenes, con un formato especial de encuentro con cristianos, contacto con la naturaleza y actividad en el desierto. Además, de Latinoamérica, viajan cada vez más.

¿Cómo recomendaría a nuestros lectores que vayan a Tierra Santa?

Para todos los cristianos, debería ser obligatorio ir a Tierra Santa. Los lugares de Jesús no están solamente para verlos, sino que hay que vivirlos. Además, ahora la seguridad es muy grande. Nunca
se puede decir que es total, porque eso no existe en ningún sitio, pero los peregrinos caminan tranquilos. En Barcelona, tenemos la sede de la Comisaría en el santuario de San Antonio de Padua (c/ Santaló, 80). Por Navidad y el Viernes Santo (también día de colecta), enviamos publicidad en catalán y en castellano a todas las parroquias y centros católicos, así como a colegios y otras entidades. Ofrecemos conocer más y mejor al Señor, que vive para siempre y en nuestros corazones. No nos deja solos y, además, nos quiere enseñar su casa, donde nació, vivió y resucitó.

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