Paz y Bien.
El pasado viernes salieron de nuestra sede en Madrid los casi 13.000 sobres con los materiales para la divulgación de la próxima Jornada por los Santos Lugares, que cada año enviamos a los obispados, parroquias, conventos, hermandades, colegios religiosos, etc. de las 48 diócesis que abarca el territorio de esta Comisaría de Tierra Santa de la Inmaculada Concepción.
Os presentamos el cartel motivador de la Jornada con una reflexión de las diferentes imágenes que lo componen. Al final encontraréis la posibilidad de descargar los distintos materiales. Gracias por ayudarnos en la difusión.
- Fr. Pierbattista Pizzaballa en el santuario de Dominus Flevit.
En el pequeño santuario construido en el lugar donde Jesús lloró, después de mirar a Jerusalén y predecir su ruina, a medio camino entre el Santuario del Páter Nóster y la Basílica de la Agonía, en el huerto de Getsemaní (Monte de los Olivos), el Patriarca latino, el franciscano fr. Pierbattista Pizzaballa, mira Jerusalén, mira a la humanidad entera, y nos bendice a todos con la cruz, en la mañana del Viernes Santo. Una bendición que llena de esperanza los hogares confinados, las familias empobrecidas por el paro, la crisis sanitaria, y tantos otros males... Una bendición que cae del cielo, y se reparte gratuitamente, como el maná alimentó al pueblo hebreo hace ya más de tres mil años antes de entrar en esta bendita Tierra. Una bendición que rogamos al Omnipotente que derrame hoy con más fuerza, si cabe, por cada una de las familias cristianas y no cristianas que habitan en nuestro mundo.
- El Santo Sepulcro y sus puertas cerradas
Jerusalén es el símbolo de la Iglesia y de toda la humanidad, es la casa de oración para todos los hombres. Cuando, a causa de la pandemia, lloramos sobre Jerusalén junto a Jesús desde este lugar, lloramos sobre toda la fraternidad humana por este difícil momento que estamos viviendo. La pandemia del coronavirus nos revela que la humanidad es una especie en peligro. Nos vamos haciendo más humildes y más inseguros. El virus nos está obligando a pensar. El virus nos está enseñando que todos pertenecemos a la misma especie. Necesitamos urgentemente aprender a vivir de manera más solidaria buscando el bien común de toda la humanidad. El fraile y el carrito nos muestran el camino de la solidaridad. Un franciscano del convento de S. Salvador, también en Jerusalén, era el encargado de proveer de alimentos a la comunidad de frailes del Santo Sepulcro, encerrados dentro del Santuario, como en la edad media. Por medio de la ventana de madera que se encuentra en la puerta principal, el fraile introduce los alimentos para que cada día puedan comer y desarrollar su vida ordinaria los franciscanos que habitan en el interior del Santo Sepulcro.
En estos tiempos de pandemia, en toda la Tierra Santa ha sido fundamental la contribución de los párrocos y otros muchos franciscanos y religiosos repartidos por el territorio, que siempre han estado junto a sus fieles, apoyándolos material y espiritualmente.
- Los cristianos de Alepo, entre la pobreza y la pandemia
Tierra Santa no se agota en el mapa del actual país de Israel y los territorios de la Autoridad Nacional Palestina. Tierra Santa traspasa sus fronteras, y engloba otros muchos lugares bíblicos donde nació el cristianismo y se estableció la Iglesia (Siria, Egipto, Líbano, Grecia, etc). Nos fijamos hoy especialmente en uno de estos países, especialmente castigado por guerras, terrorismo, pobreza... además de la pandemia actual de la covid19: Siria. La crisis a la que se está enfrentando en los últimos diez años ha tenido un fuerte impacto en la población local, incluidos los cristianos.
Fr. Ibrahim Al Sabagh, franciscano, párroco de Alepo, nos relata: "La electricidad llega solamente una hora al día después de 10 horas de apagón, lo que significa que en el espacio de 24 horas la electricidad llega solo durante dos horas y media." Además del frío, la falta de electricidad y el hambre, la pandemia del coronavirus, con los hospitales colapsados, ha empeorado la situación. "No pueden quedarse en casa porque se morirían de hambre, pero al mismo tiempo no pueden ir al hospital. No quieren ni oír hablar del coronavirus ni de medidas de precaución." La Iglesia hace todo lo posible: Ya no hablamos de ayudas, sino de verdaderos primeros auxilios a los cristianos necesitados.
"Cuando nos piden ayuda, en un contexto como éste donde no hay ninguna asistencia social, como Iglesia intervenimos con fuerza. Tratamos de contribuir a las necesidades básicas, comenzando por las sanitarias, que proporcionamos a todos los fieles, también de diferentes ritos." La ayuda de la Iglesia no se limita al apoyo material, sino que incluye la ayuda moral. El Padre Ibrahim Al Sabagh subraya que un cristiano hoy debe tener mucha esperanza. El número de cristianos en Alepo ha disminuido un 66% en diez años: un dato que no deja de bajar a causa de las continuas emigraciones.
Desde las Comisarías de Tierra Santa de España y Portugal, invitamos a creyentes y no creyentes a escuchar el grito que brota desde Tierra Santa, a orar por todas sus necesidades, y a contribuir con nuestra ayuda, también económica (por medio de la Colecta Pontificia por los Santos Lugares, y otras ayudas y donativos), para remediar un poco las necesidades de nuestros hermanos, de nuestra Iglesia Madre de Jerusalén, como la llamaban los primeros cristianos y como nos enseñó San Pablo a reconocerla, cuando hizo aquella famosa colecta entre todas las iglesias que había fundado (2Cor 8 y 9). Que el Señor nos ilumine a todos para obrar conforme a su Voluntad, y ablande nuestro corazón. ¡Paz y bien!
Os dejamos el cartel, la estampa y el tríptico en PDF para que podáis descargarlos:
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