En este día en que celebramos la memoria de Nuestra Señora del Carmen, queremos recordar a la Orden Carmelita y el lugar de su origen, el Monte Carmelo, en Tierra Santa.
Los Carmelitas nacieron a finales del siglo XII de un grupo no muy conocido de laicos, peregrinos y cruzados que, cansados de la guerra o deseosos de aguardar la definitiva venida del Señor, se retiraron a la montaña del Carmelo, donde adoptaron el estilo de vida eremítico. Estos primeros Carmelitas se dedicaron a la oración y la meditación de la Palabra de Dios. Antes de tener su regla, eran ermitaños independientes, que buscaban la perfección desde la soledad. Entre 1206-1214, pidieron al patriarca de Jerusalén que les diese una Regla por la que regirse, y que define el ideal carmelitano como “vivir en obsequio de Jesucristo, sirviéndole fielmente con corazón puro y buena conciencia”. En 1291, con la caída de San Juan de Acre, se acaba con la presencia de los Carmelitas en el Monte Carmelo. Es a partir del II Concilio de Lyón cuando oficialmente sean considerados Mendicantes, como los Dominicos o los Franciscanos. Desarrollan la piedad mariana que termina por identificarles como la Orden de la Virgen, siendo a partir de su llegada a Europa cuando se generaliza el título con el que oficialmente se conoce la Orden: "Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo".
En la cima de este monte, precioso balcón sobre el Mediterráneo, atendida por una comunidad de frailes carmelitas, se encuentra la Basílica Stella Maris, un bello edificio con el interior revestido de un brillante mármol blanco, en cuya cúpula están representados episodios bíblicos, entre los cuales destaca el profeta Elías que sube al cielo en un carro de fuego.
Una bellísima imagen sedente de la Virgen del Carmen preside el altar mayor, apoyada sobre un pedestal hecho con cedro del Líbano, que es muy venerada por los cristianos del lugar, así como por multitud de peregrinos que visitan Tierra Santa procedentes de todo el mundo, y fervientes devotos de esta querida advocación, que los Carmelitas extendieron por todo el orbe cristiano.
Bajo el altar en que se encuentra la Virgen está la gruta del profeta Elías en la que, según el Antiguo Testamento, vivió durante algún tiempo. Allí, en un altar esculpido en la roca, se venera una pequeña imagen en bronce del profeta.
Desde la cima del Carmelo podemos disfrutar de una impresionante panorámica sobre la gran bahía de Haifa, con hermosas vistas sobre la ciudad, su gran puerto, y los jardines Bahai de estilo persa, construidos en forma de terrazas escalonadas en la ladera.
Como véis, un precioso motivo más para animarnos a visitar la Tierra de Jesús y María...
Desde la Comisaría de Tierra Santa queremos desear un feliz día de la Virgen del Carmen a toda la Orden Carmelitana, a las personas que lleváis su nombre, y todos sus devotos, que sabemos que sois muchísimos. Que el Señor y la Santísima Virgen os bendigan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario