Con el siguiente texto, que Fr. Alfonso García Araya, nuestro Vicecomisario y Delegado para Andalucía y Canarias, publicó en la revista "La Voz de San Antonio", queremos recordar la fiesta de hoy, la de este santo franciscano tan querido en todo el mundo y que es, además, Patrón y Protector principal de la Custodia de Tierra Santa. ¡FELIZ FIESTA DE SAN ANTONIO!
"Es evidente que uno de los santos que cuenta con más devoción en la Iglesia universal y particularmente la Orden Franciscana, es San Antonio de Padua (o de Lisboa, como dicen los portugueses) Esta devoción es especialmente sobresaliente en la Custodia de Tierra Santa. Las manifestaciones de la misma son omnipresentes en ella. No solamente la presencia de su imagen y culto en todas las iglesias de los franciscanos. También él es titular de iglesias y conventos en Siria, Líbano, Jordania, Israel y Palestina. Cuando viví allí me impresionaba lo metida que estaba la devoción en los frailes y en los fieles que se movían alrededor de ellos. El culto, la oración, el responsorio, los "martes de san Antonio", el "pan de los pobres"... es muy común entre ellos. Cuando preguntaba a los frailes por esta devoción y manifestaciones antonianas, me respondían: "es nuestro especial patrono y protector"...
"Efectivamente, tal cosa no es una simple frase hecha. A lo largo de la historia de la Custodia, los frailes saben que así ha sido en numerosas ocasiones. Las crónicas de la Custodia hablan de una ininterrumpida devoción inquebrantable hacia el santo de origen portugués. Y va a ser en 1920, cuando san Antonio es elegido de modo oficial como patrón principal y protector de la Custodia." Fr. Alfonso García Araya, ofm.
RESPONSORIO DE SAN ANTONIO
Si buscas milagros, mira:
muerte y error desterrados,
miseria y demonio huidos,
leprosos y enfermos sanos.
El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos
El peligro se retira,
los pobres van remediados;
cuéntenlo los socorridos,
díganlo los paduanos.
El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo,
Gloria al Espíritu Santo.
El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.
Ruega a Cristo por nosotros,
Antonio glorioso y santo,
para que dignos así
de sus promesas seamos. Amén.
ORACIÓN
Haz, Señor, que la intercesión de tu confesor y doctor san Antonio
llene de alegría tu Iglesia, para que siempre sea protegida con los
auxilios espirituales y merezca alcanzar los gozos eternos. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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