Hubo cantos y momentos de silencio, reflexionamos sobre las realidades actuales de Tierra Santa, rezamos el Salmo 136 a dos coros y escuchamos la proclamación del evangelio de S. Mateo, que narra cómo el Señor calmó la tempestad en el mar de Galilea para sorpresa de sus discípulos.
A continuación presentamos al Señor nuestras peticiones por Tierra Santa, sus habitantes y peregrinos. Finalizamos nuestro encuentro con un canto a la Virgen y la oración del peregrino a Tierra Santa más abajo.
ORACIÓN DEL PEREGRINO:
Nuestras almas glorifican
tu nombre, Señor.
Aunque somos pequeños
y aún con nuestras miserias
te has fijado en nosotros,
y nos has permitido revivir
en “tu tierra” la gracia
de tu mensaje salvífico,
como un quinto evangelio,
para jamás olvidar.
Con tu ayuda esperamos
que toda esa región viva la paz
que trajiste a los hombres,
y la unidad que quisiste
para los tuyos.
Haz que la Custodia
y todos sus franciscanos
puedan cada día desarrollar
en libertad y grandeza
todos sus cometidos,
manteniendo firmes las piedras
que recuerdan tus misterios,
y gozosos a los fieles
que perpetúan tu presencia.
Que por lo que vimos y oímos allí
nuestra fe sea cada vez
más ferviente,
y más ardiente nuestra caridad.
Virgen de NAZARET,
ruega por nosotros
y por toda TIERRA SANTA. Amén
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